Estos son los tres astros que influyen en tus relaciones amorosas

Astrológicamente a la hora de ver cómo nos relacionamos románticamente con otros, hay planetas que nos sirven de guía y comprensión. Ellos son la luna, Venus y Marte.

La luna en nuestra carta natal representa como cuidamos al otro y como necesitamos necesitamos ser cuidados, como nos nutrimos emocionalmente y mostramos nuestros sentimientos.

De la misma manera, la posición de Venus representa nuestros deseos, la forma en que seducimos a alguien, cómo funcionamos como pareja y de qué manera disfrutamos los placeres de la vida. Marte—su antítesis—representa la manera en la que conquistamos los deseos de Venus, nuestra pasión y cómo ponemos en acción nuestra energía sexual.

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Primeramente, hay que distinguir que las relaciones lunares son aquellas en las que sentimos garantía de que el vinculo no se va a romper—es parecido al caso de lazos familiares estrechos o amigos muy cercanos. De una manera diferente, Venus es apostar a una relación que sabemos que puede romperse mucho más fácil que una relación lunar. Si nos quedamos encerrados en nuestra luna—es decir dentro de lo conocido y zona de confort—nunca apostaremos a la magia de Venus.

Cuando conocemos a alguien con quien queremos involucrarnos románticamente, todo comienza siendo Venusino, pero en algún momento también es importante que seamos lunares para poder proteger y alimentar nuestra conexión emocionalmente. Al conectar lunarmente, en decir de una forma emocional además de Vensina, logramos que perdure el lazo.

Dentro de una relación, Marte necesita tener equilibrio con Venus. Si a una relación le hace falta sabor, una dinámica de movimiento o salir de la rutina, es porque hace falta acción proveniente de Marte. Marte es la chispa que enciende los deseos.

La interacción de la luna, Venus y Marte en la carta natal

Dentro de una carta natal, tendremos a estos planetas en determinados signos que a su vez forman ángulos entre sí llamados “aspectos”.

Tomemos como ejemplo a alguien que haya nacido con la luna en Tauro, la cuál se caracteriza por buscar seguridad dentro de sus relaciones. En este caso, esta luna está formando una cuadratura (un aspecto negativo) con Venus en Acuario. A la hora de vincularse y al encontrarse en este signo, el planeta del placer no solamente quiere ser libre sino desapegado—mostrando una energía muy antagónica al apego Taurino—creando tensión entre el deseo (Venus) y la necesidad emocional (luna).

Alternativamente, entre estos dos planetas puede haber aspectos positivos (trígonos o sextiles) que ayuden a que la energía fluya mas fácilmente, que actúen en conjunto al encontrarse en el mismo signo (conjunción), o que haya una necesidad de equilibrio (oposición) al encontrarse en signos opuestos.

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También tomemos un ejemplo referente a Marte, el cual nos indica cómo abordamos una conquista amorosa. Por ejemplo, Marte en el signo de fuego Aries es franco y directo, mientras que en Virgo puede ser más reservado. Debido a que indica cómo expresamos nuestra libido, este planeta en signos de fuego es sumamente pasional en referente a la intimidad. En signos de agua se comporta muy emocional, en signos de aire de manera racional, y en signos de tierra es sensiblemente corporal.

En la carta natal de una mujer, la posición zodiacal del astro masculino Marte habla del tipo de hombre que la complementa. De igual manera, Venus funciona de igual manera en al carta de un hombre. También es importante mencionar que lo mismo aplica para personas con inclinaciones hacia parejas del mismo sexo.

Cuando hay aspectos armónicos entre Venus y Marte, lo que deseamos para ser amados es consistente con la forma en que actuamos con el fin de manifestarlo. Si hay aspectos inamórnicos, la forma en la que elegimos satisfacer nuestros deseos no encaja con nuestra forma de satisfacerlos. Es decir, hay una tensión entre lo que sentimos y cómo actuamos para obtenerlo.

Las casas astrológicas y las relaciones

Además de la combinación entre los planetas y los signos, existe otra dimensión a tomar en cuenta: las casas astrológicas. La quinta y séptima casa engloban nuestras relaciones, con la casa cinco representando los romances y noviazgos, y la casa siete representando una relación que ya haya alcanzado el punto del compromiso. Ambas casas son definidas por el signo en el que se encuentran, por lo planetas (si los hay) que se encuentran en ellas, y por el estado de los planetas que rigen los signos en los que se encuentran.

De la misma manera, tales casas son activadas por los tránsitos en el cielo, por ejemplo, si Venus esta pasando por nuestra quinta casa, indica que es una buena temporada para seducir, vincularnos, poder mejorar nuestra autoestima y enfocarnos en recibir más amor.

En conclusión, para poder comprender cómo actuamos con respecto a nuestras emociones y todo lo que implica en la dinámica de la relaciones, debemos estar conscientes de que la astrología tiene componentes mucho más complejos y profundos que van más allá de nuestro signo solar. Para analizar a una pareja, existe la Sinastría, la cuál es la comparación de dos cartas natales. También existe otra técnica llamada Carta Compuesta, la cuál es la fusión de ambas cartas de las que surge una sola—creando el mapa del vínculo entre dos personas.

-Rafael Aragón es un astrólogo profesional con inclinación humanista y psicoastrológica viviendo en Argentina. 

Arte por Artfucker