2020 Astrología: El comienzo de una nueva era astrológica
Mercurio retrógrado en el 2020
La revisión de nuestro inconsciente
Pocas cosas generan tanto fanatismo en el mundo astrológico como Mercurio retrógrado. Recuerdo que una vez, buscando información al respecto de este tránsito, encontré que un astrólogo recomendaba “caminar hacia atrás” en esos días para aminorar sus efectos. En ese momento no pude más que reírme de lo que leía, pero con el tiempo entendí que su enorme influencia sobre la consciencia humana ameritaba atender sus movimientos. Después de todo, Mercurio es el planeta más cercano al sol y tiene sentido pensar y reflexionar sobre qué pasa en nuestra expresión consciente cuando su movimiento no es el usual. Si bien es cierto que cuando este planeta retrograda, algo en el orden de las comunicaciones, entre otros temas, puede entorpecerse, es bueno que pensemos la astrología más allá de nuestro ego y de nuestro deseo caprichoso.
Mercurio rige la comunicación, las ideas y la información, y a ciencia cierta esto es el origen de todo. Nuestro lenguaje es el lente a través del cual vemos el mundo, pero ¿qué pasa cuando esta función comienza a retrogradar?
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Aclaremos que oscurece. Cuando un planeta retrograda, nos invita a revisar y reflexionar sobre su función, y lo que sucede durante su retrogradación es que desde la tierra observamos sus desaceleraciones. Ningún planeta en sí camina hacia atrás, pero si el mundo es en función de nuestro lente, seguramente observar que un planeta desacelera su movimiento es motivo suficiente para llevarnos a realizar una meditación al respecto. Y en el 2020, Mercurio retrogradará en signos de agua, y nos invitará a revisar nuestras emociones inconscientes y a adentrarnos en ellas.
Primero, Mercurio retrogradará de Piscis a Acuario, luego lo hará en Cáncer, y posteriormente, lo hará de Escorpión a Libra. Que en dos de las tres retrogradaciones vaya de un signo de agua a un signo de aire nos dará la posibilidad para ponerle palabras y lógica a lo que emerja de nuestro inconsciente. Esto es excelente para iniciar algún proceso terapéutico que nos sirva para simbolizar e identificar. También significa que será una enorme oportunidad para ordenarnos y ponerle nombre a lo que nos pasa. Y esto es importante, ya que nombrar es visibilizar y evidenciar para sacar viejas estructuras que nos gobiernan desde nuestro inconsciente.
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Es real y cierto que cuando Mercurio está retrógrado, el diálogo puede verse dificultado. No sería el mejor momento para tratar de comunicar o sacar hacia afuera, no porque no se pueda, sino porque esta función está en modo interno, y tendemos más a la introspección. La solución será no acumular, pero saber que quizá las otras personas no tengan la predisposición que yo necesito para escucharme, y que quizá el diálogo no termine en el puerto que a mí me interesaría. Motivo por el cual es un excelente momento para mirarnos y observarnos internamente, y dejar de luchar contra esa necesidad natural de introspección que se da en estos momentos.
La diversidad del deseo y la revisión del guerrero
Venus retrógrado en Géminis y Marte retrógrado en Aries
Marte y Venus, como planetas que representan lo masculino y lo femenino, son una diada que indica qué nos atrae (Venus) y cómo nos autoafirmamos en nuestro deseo (Marte). Conocer estas funciones en nuestra carta natal puede ser interesante e importante, ya que son planetas personales que marcan lo activo masculino y lo atractivo femenino que hay como potencialidad astral en cada persona. Es importante separar estas energías de lo que estrictamente llamamos varón o mujer, ya que esos conceptos tienen más que ver con construcciones culturales que con algo meramente astrológico.
Pensando en Venus, su retrogradación en Géminis es la invitación a evaluar la atracción por lo diverso, por las opciones que nos abren a distintos abanicos. Interpelar qué nos atrae es importante, ya que lo venusino indica qué nos gusta y cómo atraemos eso, y también habla de cómo nos vinculamos y de qué tipo de relaciones nos atraen. En este proceso de retrogradación, Venus se une al sol y marca un punto de inicio a nuestro deseo. Este punto inicial es la oportunidad de, donde sea que esto caiga en nuestra carta natal, sembrar una semilla en relación a lo que queremos atraer, conquistar y materializar.
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Con relación a Marte, no todos los años Marte retrograda y mucho menos en Aries, uno de sus signos de regencia. Esto es importante, ya que Marte en Aries es el guerrero activo que avanza más allá de cualquier cosa y que no se deja intimidar por ningún enfrentamiento. En este sentido, esta retrogradación nos dará la posibilidad de evaluar cómo y cuánto nos animamos a cumplir nuestro deseo activo, intrépido y decidido.
Ambos tránsitos astrológicos nos impactan a todos y todas por igual. En el caso de Marte retrógrado en Aries, esto desafiará a los signos cardinales como Aries, Libra, Cáncer y Capricornio, que ya de por sí estarán todo el año sintiéndose presionados por los tránsitos de Júpiter, Saturno y Plutón en Capricornio. En cambio, favorecerá a Leo y a Sagitario, puesto que esta retrogradación se dará en aspecto fluido a estos signos. Venus retrógrado en Géminis desafiará a los signos mutables como Géminis, Sagitario, Virgo y Piscis, pero será favorable para Libra y Acuario.
Nota al lector: Esta presentación de tránsitos es un resumen de los tránsitos anuales de 2020. La mejor forma de evaluarlos y pensarlos es a la luz de la propia carta natal, teniendo en cuenta los planetas y aspectos natales que allí se encuentran.