En tiempos antiguos no solamente había enfermedades causadas por el simple hecho de que había algo mal con el cuerpo; la gente a menudo tenía aflicciones espirituales, las cuáles requerían de tratamientos efectivos para su sanación.
Incluso después de que la ciencia moderna nos ha traído la medicina occidental, todavía estamos integrando la sanación espiritual a los departamentos de muchos de los hospitales; los cuáles están capacitados para administrar ritos, oraciones y asesoramiento religioso.
Si tu corazón o alma está “sufriendo” por lo que sientes que es un dolor físico pero posiblemente una aflicción espiritual, por supuesto que es importante continuar recibiendo la atención médica de profesionales calificados. Un dilema espiritual, por ejemplo, que te hace estar triste durante meses puede ser un indicador de depresión clínica. Sin embargo, hay muchos remedios espirituales que se pueden aplicar a la mayoría de los casos que pueden proporcionar una ayuda rápida si otra cosa parece no estar funcionando.
La meditación
La oración junto con la meditación puede ser tu primera línea de defensa contra todo lo que te aflige. Puedes orar para tu curación opara todo lo que quieras, o simplemente hacer que las oraciones de gratitud sean parte de tu vida diaria, lo cuál tendría un impacto muy positivo ya que comenzarías a tomar más nota y estar más consciente de las alegrías en tu vida. La meditación, además de ser un muy buen calmante para el estrés físico y una manera de bajar la presión arterial, puede ofrecer la curación hacia las cuestiones más profundas que residen en tu mente.
El maestro budista Thich Nhat Hanh nos cuenta una historia acerca de “cómo descubrir nuestro propio refugio”. Él dice que cuando una tormenta de viento perturba nuestra casa, primero debemos cerrar las ventanas y luego encender el fuego antes de empezar a poner en orden el desorden provocado por ésta. Si las cosas se hacen en cualquier otro orden, el viento puede arruinar el trabajo hecho o el frío puede distraernos. Del mismo modo, cuando uno medita, primero cierra los ojos, los cuales son las ventanas, para después empezar a encontrar la fuerza interior y así comenzar a trabajar en su vida.
Los rituales
El añadir un poco de ritual a la práctica espiritual regular puede ser muy sanador. Así como los ritos de paso son importantes para indicar los puntos en la vida de uno que son importantes de presenciar antes de seguir adelante, se pueden realizar los rituales para marcar lo que se quiere iniciar en la vida o lo que se quiere sacar de ella para siempre.
El escribir deseos en pedazos de papel y luego quemarlos es una práctica común ya que permite visualizar lo que se ha escrito desaparecer para siempre, o ser grabado en el corazón si es algo que se desea hacer.
Limpieza de casa
Una limpieza de casa es una práctica que se lleva a cabo en muchas culturas para eliminar la negatividad de los alrededores e invitar una energía más saludable al interior del hogar. Esto puede ser tan simple como literalmente limpiar la casa de uno mientras se visualiza este proceso energético.
El salpicar sal alrededor del perímetro de una casa puede ofrecer una limpieza de protección, mientras que la quema de salvia puede ayudar a limpiar el aire dentro de la misma. Puede que ya tengas muchas hierbas de protección en tu cocina, como el ajo, el cuál evita la negatividad. También se puede colocar un espejo en la puerta para reflejar toda mala intención hacia la fuente de donde proviene.
Accesorios para la energía positiva
Invitar la energía positiva se puede hacer mediante la visualización y las hierbas también. Si lo deseas hacer, una visita a una tienda de gemas puede ofrecerte hermosos cristales y piedras que ayuden como lo hace un talismán a un cuerpo. La colocación de un pedazo de hematita puede aliviar los dolores de cabeza y la energía excesiva de un día estresante. Un trozo de cuarzo rosa puede invitar al amor. El ojo de tigre puede alejar el mal de ojo.
Mientras que los remedios espirituales ya no son la única manera con la que los seres humanos hacen frente a sus problemas, aún pueden ser una parte importante del proceso de curación. Así como no se puede separar el cuerpo de la mente, el espíritu también está indisolublemente ligado al sentido de sí mismo y a tu salud en conjunto. Cuando te encuentres buscando el bienestar, busca un equilibrio entre lo que cura a tu cuerpo, mente y espíritu.