En caso de que no lo hayas notado, la ley del karma está vivita y coleando – a veces justo en tu cara. Con frecuencia la gente se preguntan: “¿Será que estoy en una especie de ciclo que bloquea al amor dentro de mis relaciones?” Aquí te proveemos algunos de los obstáculos más comunes para una conexión romántica satisfactoria:Apego a los Resultados
El buscar a una pareja perfecta o enamorarse de una idea específica de alguien, en vez de la persona real, nos lleva a apegarnos a ciertos resultados. El dolor y el sufrimiento se producen cuando la realidad no se ajusta a nuestra fantasía. Cuando las cosas no salen como esperábamos, la decepción es el resultado. Las expectativas son el comienzo de todas las desilusiones. Cuando nos decepcionamos, significa que teníamos expectativas, y, si lo piensas bien, ¿no son las expectativas preconcebidas acciones de manipulación? El apego a resultados específicos conduce a intentos de control, y los intentos de controlar aleja a las personas. Relájate y toma las cosas como vienen. No te aferres a las ideas preconcebidas, ni tampoco a la idea de una “potencial” pareja perfecta.
Expectativas Poco Realistas
El tratar de encajar un clavo cuadrado en un agujero redondo, románticamente hablando, es algo imposible. Si tu pareja piensa que el matrimonio se asemeja a una sentencia de prisión y el tener hijos su tortura; y tú, una persona maternal que quiere consumarse en matrimonio y tener una casa llena de mejillas sonrosadas, el resultado simplemente no te va a hacer feliz. El aferrarte a la relación con un dominio absoluto no le hará cambiar de opinión, pero si te hará perder tu tiempo y energía.
Mala Imagen Personal
Usualmente, proyectamos nuestros propios miedos hacia nuestras relaciones. Cuando nos sentimos mal con nosotros mismos, la separación es vista como un abandono y las debilidades humanas son vistas como ataques personales. Las relaciones tienden a reflejar nuestros mundos internos. Lo que criticamos de nuestras parejas es muchas veces lo que no nos gusta de nosotros mismos. Cuando resolvemos nuestros propios problemas internos, es sorprendente cómo la calidad de nuestras relaciones mejora.
Una Mente Insatisfecha
La raíz de las relaciones más infelices es “una mente insatisfecha”. El mirar a nuestras vidas como un vaso a medio llenar, en vez de un vaso casi vacío suena como algo fácil de hacer. Sin embargo, el tener esta optimista y positiva forma de pensar no es nada fácil. La mayoría de nosotros comienza por la calle del amor idealista y esperanzadora, sólo para ser aplastados por los lados crueles e insensibles de la vida. Sin embargo, todos elegimos cada momento de cada día, ya sea en nosotros mismos como víctimas definidas por los fracasos o victorias del pasado, o con la intención de ser felices y centrándonos en el lado bueno de cualquier decepción. Al hacer esto último, aumentamos considerablemente las posibilidades de encontrar, nutrir y sostener la relación de nuestros sueños.
La Amargura y el Perdón
En la búsqueda renovada de la felicidad romántica, es crucial que nos liberemos de los resentimientos de decepciones pasadas. La dolorosa picadura del rechazo llega hasta al mismo centro de nuestra alma. La amargura es un sentimiento tóxico que te consume desde adentro hacia afuera. El perdón es el primer paso para desbloquear tus ciclos de vida amorosa. Encuentra un lugar tranquilo, visualiza el nombre de aquello que represente el dolor (pasadas parejas) y conscientemente crea la intención de perdonarles. Concéntrate y haz que la persona sienta tu perdón. Siente la liberación de la ira y la amargura que te ha encarcelado. Mientras que puede tomarte varios intentos, a medida que liberas el veneno mental, rompes con el karma romántico que existe entre ambos.
La felicidad es tu derecho de nacimiento, pero también es una elección consciente. Al liberar tu mente de decepciones pasadas e insatisfacciones, puedes ponerle fin a tu ciclo de bloqueo y disponerte a amar de nuevo.