Por Horoscopo.com

Miércoles, 11 de Julio de 2018

Evita trampas en el amor

Los puntos ciegos también existen en las relaciones – ¿será que estás pasando uno por alto?

Siempre es más fácil notar los puntos ciegos de los demás, pero cuando se trata de los nuestros propios, necesitamos algo de ayuda. Puede que subsistamos durante un tiempo, tal vez años, pensando que nuestra relación va muy bien; cuando de repente nuestra pareja se aprovecha de nosotros, o de repente decide terminar la relación. Al final terminamos consternados preguntándonos qué pudiéramos haber hecho para mejorar las cosas.

La astrología y por medio de ella el análisis de nuestras cartas es una herramienta maravillosa para ayudarnos a encontrar y trabajar hacia la eliminación de nuestros puntos ciegos. Tenemos que hacernos conscientes de los ámbitos en los que estábamos felizmente inconscientes. También ayuda descubrir los puntos débiles en la relación misma.

La carta natal nos proporciona una manera fácil de conocer nuestro lado oscuro. También ayuda invertir la tabla hacia abajo para que el Descendente se convierta en el ascendente y viceversa. Así que si alguien tiene al signo Cáncer como ascendente, tendrá a Capricornio como Descendente. La inversión de la tabla significa que ahora tiene a Capricornio como Ascendente, lo que inmediatamente muestra la posibilidad de que tal persona pueda estar reprimiendo su propia autoridad y negándose a ser una figura paterna para sí mismo o misma. El resultado es que tal persona elegirá a una pareja que actúe como figura paterna y le diga qué hacer. Así, inevitablemente resentirá esto hasta que aprenda a tomar el control de su vida en lugar de permitir que otros lo hagan por él o ella.

Con este método también podemos aprender a leer nuestra carta entera “al revés”, como si fuera nuestra carta.

Este método funciona a causa del fenómeno de “proyección”. Lo cual tiene mucho en común con el proyector utilizado en el cine y la imagen en la pantalla. El público está enfocado en la película y se olvida de que está ahí a través del proyector. Lo mismo es cierto con las personas. Estamos tan enfocados en la película de nuestra vida que nos olvidamos de que son nuestros propios pensamientos, sentimientos y creencias fuertemente arraigadas las que están proyectadas en la pantalla en tiempo y espacio, creando así nuestras propias circunstancias – incluyendo nuestras relaciones.

La manera en la que pensamos acerca de nuestro amante a menudo dicta la forma en la que nos comportamos con nosotros mismos. Sin embargo, es más complicado que eso. Nuestro amante puede ser un actor dentro de una de nuestras historias en las que jugamos el papel de víctima de amor, el destructor del amor, el seductor eterno, y muchas otras variaciones.

Para descubrir nuestros puntos ciegos tenemos que cavar profundamente dentro de nosotros para localizar las historias y arquetipos que le dan forma a nuestras vidas amorosas. Tenemos que darnos cuenta del arquetipo o arquetipos que estamos actuando en nuestras relaciones y analizar cada momento, sobre todo cuando las cosas se ponen difíciles. La claridad trae entendimiento y como resultado la curación.

También tenemos que ser honestos con nosotros mismos, o si no podemos serlo, pedirle a alguien en quien confiamos que implícitamente nos diga la verdad sobre nosotros mismos. La astrología y la carta astrológica revelan las principales líneas de la historia que estamos propensos a adoptar en nuestras relaciones íntimas, por lo que un conocimiento en profundidad de nuestra carta nos abrirá los ojos a muchos secretos y muchos momentos de autodescubrimiento.

Con el fin de superar estos puntos ciegos necesitamos crear nuevos futuros y posibles potenciales para nuestras relaciones y empezar a vivir de éstos y no de nuestras viejas historias. Nos separamos del estado de “víctima” para entrar al estado “creativo”. Entonces podremos decidir cómo queremos que las cosas resulten; y mediante el enfoque y la capacidad de nutrir nuestras relaciones en la dirección correcta, podremos encontrar la paz interior y la felicidad.