En Espíritu
Los tres secretos para manejar los cambios de vida
La mayoría de la gente tiende a resistirse a los cambios por miedo a enfrentase a lo desconocido y tener que salirse de su zona de confort. Iniciar una nueva actividad (cambiar de empleo, mudarse, salir con alguien, etc.) puede ser estresante al generar cierta dosis de incertidumbre. Sin embargo, en un mundo donde el cambio es permanente, la mejor manera de adaptarse y crecer es: aceptar, afrontar y aprender de los cambios. Existen distintos tipos de cambios: los naturales, esos que ocurren día a día y de los cuales casi ni nos damos cuenta (crecer, madurar, envejecer), Hay otro tipo de cambios que se producen de manera repentina y no podemos controlarlos: un accidente, un nuevo jefe, un despido, etc. Existen otros cambios que nosotros mismos generamos porque los deseamos y por lo tanto los propiciamos: casarse, viajar, estudiar, mudarse. En este artículo, nos vamos a enfocar en esos cambios que no esperamos y que nos toman por sorpresa. Para ello, la Programación Neurolingüística (PNL) nos ayuda a afrontarlos de manera constructiva.Primer secreto: Transforma tu marco de conducta
Dentro de la PNL, se habla de cierto tipo de conductas que enmarcan nuestra manera de comportarnos. Es importante detectarlas para saber dónde nos ubicamos y así poder ajustarlas de ser necesario.Segundo secreto: Derriba las presuposiciones
- Las personas tienen todos los recursos necesarios para realizar los cambios deseados: Si otros han podido, tu también. Tienes todo lo necesario para afrontar los retos que se te presenten.
- Dividir en partes más pequeñas: ¿Cómo te comes un pastel? Pues cortándolo en trozos más pequeños, y así, de la misma manera, podemos afrontar una nueva situación… paso a paso. Para ello, plantearnos pequeñas acciones y seguir un plan que nos permita alcanzar los objetivos que nos proponemos.
- Si lo que estás haciendo no funciona, intenta otro enfoque: Esta presuposición es absolutamente maravillosa, a veces nos empeñamos en insistir en las mismas acciones y nos damos cabezazos una y otra vez. Es necesario tener flexibilidad de conducta, activar nuestra imaginación e intentar algo nuevo para adaptarnos al cambio.
- Detrás de toda conducta existe una intensión positiva:¿Qué hay de bueno en esto? En el fondo, siempre podemos encontrar alguna ventaja en las nuevas situaciones—esto nos ayuda a aceptar y a aprovechar los cambios como verdaderas oportunidades.