Últimamente hay mucha información disponible al respecto en relación con los nodos lunares, los eclipses y el karma. En esta oportunidad, elegimos hablar sobre este tema tratando de emanarles un poco de luz a estas temáticas que a veces resultan un poco abrumadoras. A continuación, un ABC que resultará de mucha utilidad para atender y aprender.
Los nodos o también llamados nodos lunares son puntos matemáticos que obtenemos entre los vínculos de la órbita de la luna alrededor de la tierra, en relación con la órbita de la tierra alrededor del sol. A esos puntos se los conoce como nodo norte, o nodo del buen karma o del dharma; y nodo sur o nodo del mal karma o karma directamente. Justamente estos nodos siempre se mueven en pares, van juntos en signos opuestos complementarios e indican—en nuestra carta natal—por un lado, energía que kármicamente deberíamos soltar y dejar ir, la cual tenemos muy aprendida—eso es el nodo sur. Por el otro lado, energía que kármicamente deberíamos integrar para nuestra evolución—el nodo norte.
La palabra karma etimológicamente viene en cadena, es decir, cuando hay eventos que denominamos kármicos, la sensación que tenemos es que pasan eventos o situaciones de las cuales vemos claramente sus efectos, mas no entendemos su razón y relación con nosotros. Por ejemplo, cuando decimos siempre me pasa lo mismo con mis trabajos o siempre me pasa lo mismo con mis parejas, tenemos una sensación de repetición que no podemos explicar, que no entendemos. Es decir, el karma moviliza energía inconsciente y por definición lo inconsciente es algo kármico, o sea, hay algo en mi que es mío pero que yo no conozco y que en algún punto me controla y gobierna mas allá de mi voluntad.
Ahora bien, si lo que tengo que aprender es kármico, es decir, inconsciente, ¿por donde se qué es lo que tengo que analizar? Es decir, ¿por dónde vendrá el aprendizaje?
La respuesta a esta incógnita esta en la ubicación de los nodos en nuestra carta natal. Allí obtendremos información sobre qué destino nos depara esta información velada pero muy importante en nuestra carta natal.
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En este sentido, mucho se dice de los nodos y del karma. Se habla de otras vidas, de vidas pasadas, de que lo que sea que me pase tiene que ver con lo que pasó en otra encarnación, etc. Yo respeto estas teorías, pero no estoy de acuerdo en un punto: si los nodos son lunares y la luna es la luminaria mas intima y personal que tenemos, quizá, esto kármico que tenemos que saldar por un lado e integrar por otro tenga mas que ver con esta vida y con este inconsciente que si en otra vida fui la Madre Teresa o si fui el peor de los demonios. Quizá, la lección de nuestros nodos en nuestra carta tenga mas que ver con algo muy intimo y personal.
Los nodos en tránsitos están aproximadamente un año y medio en cierto signo, lo que quiere decir que cada dieciocho años retornan a su posición de origen, removiendo y despertando nuevamente esa energía natal que tenemos que aprender y transitar. Es muy importante conocer la posición original de nuestros nodos por casa y por signo, y ver si hay planetas aspectándolos de forma habilitante o limitante—ya que esto dirá mucho de estas lecciones.
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En estos retornos nodales podríamos revivir escenas infantiles y del pasado que creímos dejar atrás. O podría también haber una especie de retorno de ‘los muertos vivos’, en donde ex vínculos o relaciones aparecen trayéndonos saldos pendientes que pensábamos que estaban en el pasado. Claro que si estamos advertidos astrológicamente de esto, no debemos desesperarnos y en todo caso, tendríamos que preguntarnos porqué vuelve lo que vuelve y qué sentido tiene esto para nosotros.
Lo peor que podríamos hacer en estos casos es no hacernos cargo de la lección y proyectar esto al desligarnos del proceso y de lo que sea que esté sucediendo. De alguna u otra forma, todo lo que pasa en nuestra vida está ligado a nosotros y siempre podemos hacer algo para involucrarnos y hacernos cargo. Es cierto que a veces puede ser mas claro y evidente en tanto que otras veces puede ser mas injusto. Pero en todos los casos debemos atender el llamado—aunque sea para abrir las ventanas y finalmente, exorcizar fantasmas.
–Maria Sasia Medrano es una astróloga, socióloga y tarotista que trabaja en Buenos Aires ofreciendo consultas personales, cursos, talleres y workshops. -Arte por cortesía de Gisela Ramos Hoff