Los tránsitos astrológicos de noviembre traen claridad en medio de la obscuridad
Noviembre comienza con la entrada de Venus en Sagitario el primer día del mes, lo que significa que vamos bajando las revoluciones del mes Escorpión. Aunque aún tendremos bastantes planetas bañándose en aguas escorpianas (Mercurio, el sol y poco después Marte), el clima se vuelve menos intenso y más suave.
Venus en Sagitario nos hace querer ser libres. Es posible que si sientes un vínculo forzado en tus relaciones o en el trabajo, de pronto este mes sientas mucha necesidad de tomar tu propio camino. Es importante tener en cuenta que Venus es caprichoso, que rige nuestros deseos y que sus tránsitos son temporales, así que tomar decisiones importantes guiadas por un impulso venusino quizás no sea lo más inteligente.
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Además, durante este mes tendremos a Mercurio retrógrado en Escorpión (desde el 31 de octubre hasta el 20 de noviembre), por lo que es mejor centrarse en investigar otras opciones o en tener planes secretos para el futuro, pero no tanto en realizarlos aún. El tránsito de Venus por Sagitario, mientras sucede esta retrogradación de Mercurio, puede ser utilizado como la motivación para buscar alternativas en nuestra vida que nos hagan más felices, para llevarlas a cabo más adelante.
Mercurio retrogradando por Escorpión también puede ayudarnos a tener un plan de ahorro y de gestión de los recursos propios y compartidos, a poner en orden lo que se gana y lo que se gasta, y a estar al día con las deudas y hacer cálculos realistas. De esta manera, podremos planificar lo que haremos en el 2020.
Otro evento importante del mes será la luna llena en Tauro, el 12 de noviembre, mientras Venus (regente de Tauro) transita por Sagitario. La luna llena en Tauro nos ayuda a ver cómo estamos manejando nuestros recursos (tanto económicos como personales). Teniendo en cuenta la posición de su regente, puede ser un buen momento, si las finanzas lo permiten y con la ayuda de la retrogradación de Mercurio por Escorpión, para hacer un viaje o para planificarlo.
Poco después de la luna llena en Tauro, el 14 de noviembre, Venus en Sagitario cuadrará con Neptuno en Piscis. Será un momento de máxima tensión (también tendremos a la luna en Géminis completando una cuadratura en T). Estas cuadraturas pueden activar esa parte más caprichosa de Venus, así que es mejor que durante esos días evitemos aquello que nos haga “escapar de la realidad”, como los gastos excesivos, comidas copiosas y también autoengaños.
Si tenías la ilusión de que alguien solucionara tus problemas, ese día, o cerca de esa fecha, te harás consciente de que solo tú puedes hacerlo. Esto no ocurrirá de un día para otro, sino que será un proceso que llevará tiempo. El sol en Escorpión exige que así sea. Es necesario esperar que cada cosa suceda en el momento indicado.
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Durante todo el mes tendremos a Juno en Libra (ingresa en este signo el 4 de noviembre). Juno es el asteroide del compromiso y estará en el signo del compromiso, así que es tiempo de aceptar acuerdos y de firmar contratos (pese a Mercurio retrógrado). Es posible que esas firmas no sean en concreto este mes, ya que Juno va a estar un tiempo en Libra. Sin embargo, durante este mes se nos irá mostrando que para crecer tenemos que confiar en otras personas y, en ocasiones, entablar acuerdos en los que no hay exactamente una reciprocidad o igualdad en lo que se da y se recibe, sino más bien tendremos que hacer un salto de fe. Se nos pide que demos el primer paso o que entreguemos algo, o bien, que entendamos que lo que recibiremos no es exactamente lo que hemos entregado. Es un “hoy por mí, mañana por ti”.
El 19 de noviembre Marte entrará a Escorpión, donde permanecerá durante un mes y medio. Marte es corregente de Escorpión, así que está más cómodo en este signo que en Libra. Y a todo el clima de compromiso y de confianza se suma el reto del mes de noviembre, que es aprender que nosotros en solitario no somos nada, y que a veces merece la pena incluso perder un poco de la propia libertad o independencia, porque se puede ganar más de lo que se pierde.
A finales del mes, el día 22, cambia todo el clima astrológico porque el sol entra en Sagitario y poco después, el 26, tenemos la luna nueva en Sagitario y a Venus entrando en Capricornio. Inauguramos una temporada Sagitario que va a venir cargada de planetas en Capricornio, entre ellos el cambio de signo de Júpiter que ocurrirá el 2 de diciembre.
El último suceso del mes es el 27 de noviembre, cuando Neptuno arranca directo (comenzó a retrogradar el 21 de junio). Durante todo el 2019, Neptuno ha estado en cuadratura con Júpiter en Sagitario, haciendo que caigamos en autosabotajes y que seamos nuestros propios obstáculos en el camino.
El tiempo de retrogradación, en concreto, ha parado un poco esa dinámica, ya que cuando Neptuno retrograda hay menos oportunidad de ensoñaciones o autoengaños. Ahora que arrancará directo, hará cuadraturas con el Sol durante el mes de diciembre, por lo que podemos volver a caer en viejos patrones y errores.
En definitiva, tenemos un mes potenciado por la energía de Escorpión. En este mes, las mayores enseñanzas se darán en torno a aprender a confiar en otros y a no tener miedo de soltar el control total de todo lo que ocurre. Compartir la carga no te hará débil, sino todo lo contrario. Por mucho que sientas que estás renunciando a tu libertad, no es más que un espejismo.