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Predicciones para el 2020: El comienzo de una nueva era astrológica
Hablar de tránsitos astrológicos es similar a hacerlo sobre el clima. Miramos el cielo y describimos qué clima vendrá y qué posibilidades trae. En este sentido, el clima es algo objetivo. Si digo que lloverá, habrá una cualidad específica sucediendo. Pero claro, existe el libre albedrío. Por lo tanto, decir que va a llover y saber sobre esto no determina qué haremos personalmente con esa lluvia. Si nos gustan los truenos, puede que estemos felices y alegres. En cambio, si amamos el sol, puede que la lluvia nos moleste y no le veamos nada positivo.
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Algo similar sucede cuando hablamos de tránsitos en astrología. Los tránsitos no son buenos o malos, simplemente son cualidades que habilitan o posibilitan, y depende de nosotros y de nuestra evolución personal sacarles el mejor provecho. A continuación, nos adentraremos en el clima 2020 y trataremos de entender qué nos deparan los astros y qué podríamos hacer para aprovechar mejor sus lecciones.
La realidad más cruda. Júpiter, Saturno y Plutón en Capricornio
El 13 de enero tendremos la conjunción entre Saturno y Plutón en Capricornio, en donde también estarán el sol, Mercurio y Júpiter. Si bien este stellium no durará más que la temporada capricorniana, es el anuncio de un año en donde la esencia pasará por ser personas realistas y concretas. Si bien es cierto que Saturno pasará a Acuario, llegará solo al grado 2 y luego retrogradará hasta Capricornio para despedirse recién a fin de año. Es por esto que, durante todo el año, estos tránsitos nos propondrán evidenciar qué tiene raíz concreta y tangible y qué definitivamente no tiene nada que hacer en nuestro proceso. La clave aquí será la consciencia al respecto, y mantener los pies sobre la tierra, por fuera de cualquier fantasía. Los problemas aparecerán cuando fantaseemos y neguemos lo que sea que no queramos ver. Allí tendremos que enfrentarnos con la cruda y fría realidad, que puede que nos ponga de frente con nuestros límites y nos haga intentar de nuevo, una y otra vez, hasta que nos comportemos responsablemente.
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La energía capricorniana es fría y seguramente muy frustrante ante cierta necesidad de estímulo, pero siempre será justa y realista. A esto lo sentirán con más fuerza quienes tengan planetas en los últimos decanatos de Capricornio, Cáncer, Aries y Libra, ya que los pone a trabajar duramente, trae quizá algunas restricciones y equilibra todo, un poco cuesta arriba. En cambio, para quienes tengan planetas en los últimos decanatos de Virgo y de Tauro, esto puede ser un impulso de fuerza real que apoye lo que sea que estén iniciando.
Bienvenido nuevo orden. Conjunción entre Júpiter y Saturno en Acuario
La triple conjunción entre Júpiter, Saturno y Plutón tendrá también mucha potencia a fin de 2020. Este tránsito en Capricornio es interesante porque, para la fecha del solsticio de verano o invierno, según el hemisferio donde nos encontremos, dará lugar a la conjunción entre Júpiter y Saturno en Acuario, lo cual inaugura un nuevo ciclo energético. Dejada atrás la transformación de las estructuras capricornianas, donde finalmente pudimos romper y salir de los agrietamientos de formas que no tenía más sentido sostener, la unión de los dos planetas sociales en Acuario nos propone darle la bienvenida a un nuevo orden.
Acuario es el signo de la diversidad, en donde conviven las diferentes formas en sus cualidades más singulares y de la manera más libertaria posible. Toda la rebeldía que estamos viviendo internamente y que se ve reflejada en los movimientos sociales que reclaman la ruptura de ciertos órdenes conservadores tomará impulso para instaurarse y sostenerse definitivamente. Esto será muy positivo para quienes atraviesen las resistencias inconscientes que nos sostienen en antiguas y obsoletas formas, y también podrá verse aplicado en movimientos sociales que proponen la convivencia de la libertad y la diversidad.
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Esta conjunción se dará en los primeros grados de Acuario y será muy fuerte para los signos fijos: Acuario, Leo, Escorpión y Tauro. Los obligará a abrirse a un nuevo orden de forma desafiante, sobre todo a quienes tengan planetas en el primer decanato. En cambio, para quienes tengan planetas en el primer decanato de Géminis y de Libra, esto será un impulso para responsabilizarse por la propia libertad.